En los últimos años, la creciente tendencia de los tés fermentados ha alcanzado un nivel vertiginoso. La gente está entusiasmada con las bebidas fermentadas, y con razón. Incluso quienes siguen una dieta muy estricta necesitan reforzar su salud intestinal para contrarrestar las comidas pesadas que consumen ocasionalmente; los tés fermentados son una forma sencilla de mantener esto bajo control. En esencia, al ingerir cultivos vivos y probióticos saludables, le damos a nuestro intestino un abrazo líquido que nutre nuestro microbioma.
El té de kombucha es un nombre muy conocido entre los entendidos y ha dado a conocer a quienes buscan la salud el potencial de los tónicos fermentados para el bienestar. Ahora, el té Jun, el primo místico del kombucha, cobra protagonismo en el ámbito del bienestar.
Tanto el jun como la kombucha ofrecen una deliciosa dosis de probióticos, además de un aporte energético gracias a su base de té y una efervescencia natural y chispeante. Ambos tés fermentados tienen beneficios para la salud similares y orígenes místicos; cada uno es único. Exploraremos las complejidades de ambos tés fermentados para que conozcas todos los detalles de estos elixires de salud chispeantes.
¿Qué es Kombucha?
La popular bebida probiótica fermentada kombucha ofrece innumerables beneficios. Se la considera un tónico curativo que devuelve el equilibrio al cuerpo desintoxicándolo y alcalinizándolo. Diversos estudios demuestran que la ingesta de kombucha favorece la función hepática saludable, favorece la digestión y la salud intestinal, fortalece las articulaciones e incluso fortalece el sistema inmunitario.
Tan diversos y variados como sus beneficios, los orígenes del kombucha son ampliamente debatidos en las culturas del Lejano Oriente. Una fuente cree que el nombre proviene de la versión japonesa del té de kombucha, elaborado con «kombu» (alga marina en japonés). Otra investigación afirma que un médico coreano llamado Dr. Kombu trató al emperador coreano con un té curativo, de ahí «kombu» y «cha» (que se traduce como té). El origen más reconocido es China, que se remonta al año 213 a. C., durante la dinastía Jin. Durante esta época, el kombucha se conocía como el «té de la inmortalidad» y «el elixir de la vida», según esta fuente.
Probablemente nunca sepamos con certeza su origen, pero esto le añade misticismo y magia. Algo que sí sabemos con certeza en Loving Foods es lo que se necesita para preparar kombucha y el proceso para elaborar esta bebida efervescente y curativa.
Nuestra kombucha se elabora o fermenta durante un período de hasta 3 semanas y se desarrolla en un ambiente cálido con abundante aire limpio. Utilizando una colonia simbiótica de levadura (SCOBY), el cultivo se combina con té verde y se endulza naturalmente con azúcar de caña orgánica. Esta técnica de preparación es un método tradicional y la que practicamos para elaborar nuestra gama de kombucha, cada una explorando deliciosas combinaciones de sabores que aportan personalidad a cada botella.
Jun Tea – El champán del Kombucha.
El té Jun es un tónico fermentado tradicional elaborado con té verde y miel, y ofrece beneficios para la salud similares a los del té Kombucha. El Jun no es tanto una bebida completamente distinta, sino una variación ligeramente distinta del mismo concepto. Nos gusta pensar en él como un híbrido entre el té Kombucha y el hidromiel. Al igual que el Kombucha, la concepción del Jun también está envuelta en un misterio.
Según esta investigación sobre la antigua tradición china, el Jun se remonta al año 600 a. C., originario del Himalaya tibetano. Se cree que Laozin, un antiguo filósofo, legó una herencia cultural a los monjes de Bon en el Tíbet. Elaborado por estos monjes, este venerado tónico para la salud era (y sigue siendo) apreciado por su capacidad para liberar el Chi (energía). Se dice que los nómadas tibetanos Kampha, quienes también eran guerreros espirituales y físicos entrenados, aprendieron a preparar esta bebida de los monjes Bonpo, mimando el energizante Jing del Jun: la esencia para equilibrar cuerpo, mente y espíritu. También abundan las historias de legendarios guerreros samuráis que cabalgaban por las montañas del Himalaya con este elixir sagrado para aumentar su energía y espíritu.
Estas historias son objeto de mucho debate, ya que no existen textos ni pruebas físicas que las respalden. Así como el té Jun tiene algo de magia, nos gusta pensar que hay algo de verdad tras estas historias ancestrales. Dejando a un lado los mitos y las leyendas, el té Jun tiene algunos datos distintivos. El SCOBY Jun es un cultivo claramente diferente al de la kombucha, con su propio perfil de sabor único. El SCOBY es de color más claro y pálido, y las colonias de fermentación se alimentan de miel en lugar de azúcar (¡cuidado con esto, amigos veganos!).
El té Jun utiliza la misma cantidad de té y edulcorante que la kombucha; sin embargo, gracias a su cultivo único, fermenta mucho más rápido y se desarrolla mejor a una temperatura más baja. El Jun suele infusionarse durante dos semanas, y la fermentación da como resultado una bebida rica en vitaminas, enzimas y probióticos, apreciada por culturas de todo el mundo que valoran su capacidad para promover la salud y el bienestar.
La fermentación más ligera y rápida también ofrece la oportunidad de crear combinaciones de sabores únicas. Nuestro Jun de Limón y Jengibre ha sido venerado por los amigos de Loving Foods como un excelente aliado para combatir el resfriado común. La miel, el jengibre curativo y las propiedades energizantes y depurativas del limón ayudan a combatir la fatiga y la confusión mental.
Las maravillas del Kombucha y el té Jun.
Esperamos que este resumen te brinde información útil para mejorar tu salud y que disfrutes experimentando y encontrando la bebida ideal para ti. Descubre nuestra gama de bebidas fermentadas aquí y, si te sientes aventurero, puedes probar una caja de Kombucha y Té Jun para prepararte para la prueba.
El ene 18, 2024